Las marcas más populares de vía en escala G, probablemente, sean la mítica LGB, Piko y Bachmann. Las dos últimas utilizan una aleación de níquel para su vía, lo cual hace imposible hacer una soldadura ni medio limpia con estaño (con o sin plomo).
He tomado nota mental de probar con el soldador por puntos, pero mientras he encontrado un método (nada original; se lleva usando años) que me ha gustado bastante, y que paso a describir. Consiste en hacer y roscar un agujero M2, desde la base del carril.
De esta manera, consigo un contacto bien sólido, mantenible e incluso de intemperie, siempre y cuando utilice tornillos apropiados, de la misma aleación o de inox. Me quedaría por comprobar si aparece corrosión galvánica o no, pero dado que en realidad no saco los trenes a la intemperie, me parece que nunca lo sabré.
El Primer paso es perforar un agujero M1,6. Ha de tener unos 7 mm de profundidad; en total, el carril tiene unos 9 y no conviene tentar al diablo.
Luego se roscar a M2. Yo utilizo un macho Ruko de tres pasadas, y potingue de roscar y el portamachos lo encajo en el mandril justo después de hacer el agujero y sin mover la vía, para que vaya perfectamente alineado. Quizá estoy cogiéndolo todo con papel de fumar, pero no me apetece perder un macho tan delicado en una vía.
Por último, utilizo un conector Faston al que le hago un agujero de 2 mm. ¿Por qué esto y no una arandela de soldar, o de engastar? Porque es lo que tenía a mano. Si tuviera que comprar suministros, compraría arandelas de soldar y retractilaría para mayor protección.
Como los carriles de esta escala conducen como jefes de tren, no pongo tantas tomas como en H0 o (sobre todo) en N, así que con un par de ellas para las modestas necesidades del tren de las fiestas, me ha parecido suficiente.
Por cierto. En los desvíos de Piko es sumamente fácil añadir tomas de corriente, porque ya vienen con sus cablecitos y no hay sino que aflojar un tornillo y añadir un cable.