Torno de fortuna

Resulta que alguien, sin intención pero con toda la mala leche de sus dos años y medio, rompió el eje de su locomotora de madera favorita. Y, en un giro de los que solamente se toleran a los niños pequeños y a la administración pública española, resulta que el que lo tiene que arreglar soy yo.

Total, que para hacer un eje con una forma especial, hace falta un torno. Como todo el mundo sabe. Y, no teniendo ninguno pero siendo de natural manitas, me he hecho uno de fortuna.

Se aprecia a simple vista que no hago ningún intento de medir el corte de la herramienta ni tan siquiera mantenerla a una altura de trabajo decente; aún así, para lo que se trataba de hacer, fue suficiente y costó minutos ponerlo a funcionar. Dedicando media tarde, podría hacerse algo bastante apañado… Pero ya no sería «de fortuna».

Como se ve en la foto, todo es poner un taladro de mano en un soporte vertical y seguidamente «horizontalizar» dicho soporte. Después, se busca un tarugo de madera que quede a la altura del eje del taladro (y por tanto, de la pieza) y una lima de juego del Carrefuns de liquidación a la desesperada por un par de euros seis limas, que tenga algo de punta. Y ya está; la lima, en adelante denominada pomposamente «herramienta de corte», se sujeta con un dedo contra el tarugo de madera mientras se presiona ligeramente contra la pieza; el gatillo del taladro se maniobra con la otra mano, siendo posible, pero no recomendable, usar la función de bloqueo del mismo.

 

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